La medicina regenerativa (también llamada “terapia celular”) es una de las disciplinas en crecimiento dentro de la medicina deportiva por su capacidad para cambiar el tratamiento de muchos pacientes con lesiones y conseguir evitar el paso por el quirófano cuando parece que ya no queda más remedio.
Lo que se pretende con ella no es acallar los síntomas de la lesión, sino recuperar íntegramente el tejido a partir del propio tejido lesionado.
El fundamento de las terapias y tratamientos que abarca la medicina regenerativa es optimizar los procesos de recuperación tisular. La recuperación de una lesión muscular, ósea, tendinosa o ligamentosa puede ser de dos formas: que se recupere el 100% del tejido dañado, como ocurre, por ejemplo, (cuando se rompe un hueso) o que realice un proceso de fibrosis o cicatrización como suele ocurrir en el músculo. En este caso, se forma una cicatriz que no es igual que el tejido previo y puede condicionar nuevas lesiones o dolor crónico.
El equipo de investigación de BTI ha desarrollado la utilización terapéutica del plasma rico en factores de crecimiento Endoret® (PRGF) en diferentes especialidades médicas como la odontología, traumatología, dermatología, reumatología, oftalmología, medicina deportiva, cirugía vascular y medicina estética entre otras.
Actualmente, en nuestra clínica aplicamos los kits de extracción y elaboración de PRGF ofrecidos por el Biotechnology Institute (BTI).
La aplicación de factores de crecimiento consiste en que al paciente se le aplica una muestra procesada de su propio plasma sanguíneo. Los factores son un conjunto de proteínas que están presentes en el plasma sanguíneo y en nuestras plaquetas, y que juegan un papel crucial en la regeneración de los tejidos.
Para obtener ese plasma rico en factores de crecimiento, se centrifuga una muestra de sangre del propio paciente, en un procedimiento desarrollado por laboratorios como Biotechnology Institute (BTI), la clínica que cuenta con más y mejores estudios en factores de crecimiento.
Después de la obtención del plasma enriquecido, este se aplica mediante una infiltración, que puede realizarse hasta en tres fases en un margen de unas tres semanas. Para realizar un tratamiento eficaz, las infiltraciones deben realizarse bajo guía ecográfica. Si hablamos de tendones o ligamentos, sabremos exactamente dónde estamos infiltrando y eso es mucho más eficaz que poner a ciegas.
En una rotura muscular, lo ideal es aplicarlo antes de las 72 horas para ganar efectividad. La técnica ofrece muy buenos resultados en artrosis, tendinopatías o roturas fibrilares. También se aplica en lesiones del manguito rotador de personas que por su trabajo se ven obligados a cargar con mucho peso.
No tiene efectos adversos, porque se está aplicando la propia sangre del paciente.
Contamos con un equipo interdisciplinar compuesto por personal titulado universitario: fisioterapeutas, osteópatas, médicos, podólogos y nutricionistas. Todos en constante formación y aplicando con las técnicas más avanzadas.